Un laboratorio para diseñar el futuro del turismo
El turismo es una de las actividades económicas más importantes del mundo, pero también es uno de los sectores con mayor impacto sobre el planeta y las sociedades. Pero ¿se puede conseguir que ese impacto sea positivo? ¿Puede el turismo seguir siendo motor económico contribuyendo, además, a distribuir la riqueza que genera, preservar la cultura y las señas de identidad de los destinos, facilitar la cohesión social o proteger los ecosistemas? Hace tiempo que Sevilla decidió que la respuesta a estas preguntas solo podía ser afirmativa, por eso se lanzó a la aventura de promover un turismo más responsable, sostenible e inteligente, y su Laboratorio de Turismo Urbano Sostenible es un buen ejemplo de ello.
El Laboratorio de Turismo Urbano Sostenible es un proyecto de innovación que pretende dar respuesta a los retos urbanos que la capital andaluza afronta como ciudad compartida y vivida por residentes y visitantes. Aprovecha las oportunidades que brindan el big data y la inteligencia artificial para analizar y comprender el funcionamiento de la actividad turística y, desde ahí, presentar propuestas de mejora para el sector. Porque, como dijo el físico y matemático británico William Thomson Kelvin, “lo que no se define no se puede medir; lo que no se mide no se puede mejorar; y lo que no se mejora, se degrada siempre”.
Medir para mejorar el turismo
El Laboratorio de Turismo Urbano Sostenible se organiza en torno a proyectos o misiones basadas, a su vez, en los 5 ejes estratégicos del turismo inteligente: gobernanza, innovación, tecnología, accesibilidad universal y sostenibilidad -entendida esta última desde sus tres dimensiones, la sociocultural, la económica y la medioambiental-.
Esto es lo que permite, por ejemplo, comprender el comportamiento de los flujos turísticos y sus variaciones para adaptar las infraestructuras y servicios disponibles y mitigar sus efectos negativos, o diversificar la oferta turística, descentralizándola y llevando esta actividad económica a otros puntos de la ciudad. O lo que posibilita, por ejemplo, disponer de datos contrastados sobre cómo turistas y residentes se relacionan para garantizar la convivencia y que la experiencia turística se convierta en un win-win. O medir la huella de carbono de este sector para reducirla y promover políticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Un indicador sintético global de actividad turística
En este sentido, uno de los proyectos más relevantes puestos en marcha por el Laboratorio de Turismo Urbano Sostenible es el Indicador sintético global de actividad turística. Liderado por Sevilla City Office en colaboración con la Universidad Pablo de Olavide, busca definir un nuevo modelo de medición del rendimiento de la actividad turística en la ciudad para conocer su estado actual y su evolución.
Tradicionalmente, el sector turístico se ha centrado en el análisis cuantitativo de la actividad registrada en los alojamientos, como el número de viajeros, la estancia media, el empleo directo o el precio de determinados servicios. Sin embargo, comprender que el turismo es una actividad multidimensional y con impacto directo sobre el entorno y las personas obliga a considerar también la información de tipo social, ambiental y económica. Esta iniciativa establece, por tanto, una serie de nuevos parámetros de medición y un indicador global que permiten realizar una evaluación integral de la actividad turística y su sostenibilidad.
Mejorar para hacer crecer la ciudad
El Laboratorio de Turismo Urbano Sostenible materializa la ambición de la Smart Tourism Office de convertir a Sevilla en un referente nacional en materia de sostenibilidad e innovación turística. Es uno de los mecanismos que permiten a la ciudad pasar de la teoría a la práctica y hacerlo con la colaboración e implicación de todos los actores relevantes para la actividad turística -administración pública, empresas, asociaciones, vecinos y visitantes-.
Es ese nuevo modelo de gestión turística el que, precisamente, ha querido reconocer la Comisión Europea al conceder a Sevilla el título de Capital Europea de Turismo Inteligente 2023, junto a la chipriota Pafos. El mismo que puede contribuir al fortalecimiento del tejido productivo de la ciudad, la generación de empleo de calidad, la retención del talento y el aumento de la calidad de vida y el bienestar de su población.